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jueves, 4 de noviembre de 2010

Salidas Educativas como recurso didáctico

INTRODUCCIÓN

El deterioro de las normas de convivencia en la vida social y el crecimiento de la violencia, que se manifiesta en la comunidad, es el ambiente real que hoy rodea a nuestra escuela, dificultando la tarea educativa. Sin embargo, la institución puede filtrar y reencauzar las perturbaciones que le llegan desde la zona donde está in-mersa, creando espacios de convivencia, de apertura hacia lo diverso. Recordando que la escuela es un espacio fundamental de socialización e integración en la socie-dad.
La violencia, la agresividad que hoy aparecen explicitas en nuestra sociedad y que empiezan a asomarse en nuestros contextos educativos deben preocupar a los do-centes, también sabemos que la exclusión y la segmentación en nuestra sociedad es otra característica de este nuevo escenario, por eso la escuela está ante el de-safío de promover los valores y las capacidades relevantes de nuestros alumnos.
Por eso estamos convencidos de que las “actividades alternativas”, tales como sali-das educativas son un tipo de práctica que debe ser fortalecida como práctica esco-lar con un claro, evidente, profundo y potenciado sentido pedagógico. Se trata de que los niños y los jóvenes aprendan a través de estas actividades valores tales como la solidaridad, el respeto mutuo, la tolerancia y aceptación. Procurando la aprehensión de principios, valores y modelos; abordando temas transversales antes (en la escuela), durante (en la salida) y posteriores (en la escuela) para desarrollar aptitudes de liderazgo que generen y promuevan acciones efectivas en la institución y/o en la comunidad local.
La salida educativa pretende facilitar la preparación de jóvenes en diferentes activi-dades de carácter educativo, mediante la participación de alumnos de uno o varios años del ciclo educativo.
El origen de la salida se basa en la necesidad de apoyar y/o complementar la acti-vidad educativa que atienden las escuelas a un sector poblacional conformado por adolescentes que atraviesan estados de sensibilidad y en algunos casos de conflicti-vidad, que provocan indiferencia, violencia, egoísmo y soledad.
Como actividad central es la organización y realización de salidas educativas a dis-tintos lugares ya que éstas representan una experiencia única de aprendizaje y for-mación en el área cognitiva, social y afectiva a través de la vida en grupos y res-ponde, entre otras cosas, al concepto de educación permanente como una necesi-dad en todas las edades y etapas de la vida.
Mediante distintas actividades de dinámicas de grupo, se busca el crecimiento de todos los que participamos en la actividad, tanto alumnos como profesores y coor-dinadores.
Las salidas educativas organizadas son fundamentalmente una experiencia diferen-te porque se pueden lograr varios objetivos en forma integrada como:
• Vida cooperativa y sana convivencia
• Socialización e integración.
• Favorece la expresión y la comunicación.
• Tarea educativa de persona a persona.
• Posibilidad de compartir y ayudar al otro.
• Experiencias enriquecedoras y nuevas.
• Trabajo social grupal.
• Desarrollo espiritual y personal.
• Favorece la libertad, creatividad y la participación


OBJETIVOS
Objetivos Generales
• Crear un ámbito propicio para que los adolescentes descubran y valoricen sus raíces, potenciando la historia, cultura y sentimiento de nuestros ances-tros, rescatando identidad (local, regional, bonaerense, nacional y latinoa-mericana).
• Interesar a los adultos comprometidos, a ser parte de este acontecimiento, compartiendo y disfrutando a los adolescentes, aprendiendo a entregarse democráticamente a la organización y ejecución del Proyecto.
• Integrar a los distintos actores de la comunidad educativa en diferentes ac-tividades de integración.
• Brindar un tiempo y espacio que permita disfrutar, descubrir y compartir el derecho a gozar de la Naturaleza, pretendiendo la proyección de acciones futuras en defensa del medio ambiente.

Objetivos Específicos
• Obtener conocimientos específicos que permitan resolver situaciones conflic-tivas.
• Reconocer y someter a reflexión crítica las valorizaciones y normas sociales vigentes en función de los principios de valor.
• Fomentar la capacidad de comprenderse a uno mismo y comprender a los demás aprendiendo a tolerar y a tener una conciencia colectiva.
• Incorporar actitudes comunitarias a través de las experiencias compartidas.
• Utilizar los recursos naturales sin interferir en el desarrollo de las formas de vida.
• Concientizar a los alumnos sobre las ventajas reales que se obtendrían por medio de los hábitos y costumbres que mejoren la calidad de vida como pre-servador del equilibrio y el medio ambiente.
• Crear un ámbito donde puedan enriquecerse todos los integrantes del pro-yecto y donde puedan continuar acentuando los conocimientos recibidos du-rante el año educativo.
• Valorar y cuidar el ambiente, conociendo los modos de contribuir a su pre-servación, respetar y amar la tierra y la naturaleza, descubrir sus leyes y aprovechar sus riquezas.
• Lograr que los alumnos sirvan de disparadores para motivar a futuros parti-cipantes de estas jornadas.
• Aumentar el gusto, la atención y el respeto por los elementos naturales po-niéndose en contacto con ellos e incorporar experiencias útiles para la vida cotidiana mejorando la salud física y mental.
• Desarrollar la imaginación y la creatividad expresándose a través de las di-versas formas culturales de comunicación - oral, escrita, corporal - con o sin elementos de la naturaleza.
• Apreciar la labor grupal, útil para el aprendizaje y adaptación con los demás miembros de otras escuelas.

EVALUACIÓN

Evaluación permanente
Consulta con los participantes como se van realizando las actividades previas.

Evaluación final
Reflexión de todas las actividades realizadas durante la salida lo que servirá para realizar los ajustes correspondientes mejorando el proceso y los resultados para una futura realización.